martes, 22 de julio de 2008

Nacer dos veces


La bebé McCartney tenía un tumor gigante que podía matarla. La operaron a los 6 meses de gestación sacándola casi por completo del útero materno. Nació sana diez semanas más tarde y ya está en su casa.
La bebé McCartney no había nacido todavía y tenía un tumor del tamaño de su cuerpo que podía provocarle la muerte. Para operarla tuvieron que sacarla casi por completo del útero materno a los 6 meses de gestación en una complicada pero exitosa cirugía. Nació finalmente diez semanas más tarde, el 3 de mayo de este año. Ahora ya está en su casa. Sus padres, Keri y Chad decidieron ponerle por segundo nombre Hope (Esperanza) a su pequeña. Aunque suma tantos adeptos como detractores, la cirugía intraútero no sólo ya es una realidad sino que continúa desarrollándose y mejorando hacia técnicas de acceso fetal mínimamente invasivas.Hace pocos meses un equipo especializado en cirugía fetal del Texas Children's Fetal Center en Houston (EE.UU) fue noticia al extraer un tumor en un feto en gestación de 24.5 semanas mediante un procedimiento a "cielo abierto" (abriendo el abdomen de la madre y el útero). La "cirugía fetal está reservada para los embarazos que no van a llegar a buen término de otra manera" explicó Karen Moise, enfermera coordinadora del área de intervención fetal de dicho hospital. La bebé McCartney entraba en esa categoría. La quinta hija del matrimonio de Keri y Chad revolucionó a toda la familia; incluidos los hermanos cuyas edades oscilaban entre los 18 meses y 13 años. Es por eso que alrededor de la semana 23 de embarazo todos se subieron al auto para ir a la consulta con el obstetra y saber cuál era el sexo del bebé. Obviamente fue la gran discusión durante el trayecto; así que había mucha excitación."Todos entramos a la habitación donde se realizaba la ecografía, deseando ver la imagen del bebé en la pantalla. De repente el técnico tuvo una expresión contrariada en su rostro", contó Chad McCartney durante una entrevista a Today Show de la cadena NBC (ver video). Y agregó: "Sacó a nuestros hijos del consultorio y luego nos informó que aparecía una gran masa en nuestro bebé". La imagen mostraba lo que parecía un globo que estaba creciendo en la región lumbosacra (parte baja de la espalda) excepto que estaba lleno de vasos sanguíneos y era tan grande como el feto. El tumor era benigno; pero aún así, mortal. Se trataba de un teratoma sacrococcígeo (TSC); cuya incidencia es de 1 caso cada 40.000 nacidos vivos."La invasión maligna que es la primer causa de muerte en el teratoma con diagnóstico postnatal, no se observa en aquellos con diagnóstico intrauterino. La gravedad de los TSC diagnosticados en el feto, dependen del grado de vascularización que presenten. Las consecuencias fisiopatológicas se asocian al desarrollo de insuficiencia cardíaca por alto gasto cardíaco secundario a un fenómeno de "robo vascular" que puede observarse en estas masas cuando son sólidas y altamente vascularizadas. Sólo el 10% de estos tumores desarrollan hidrops ( acumulación anormal de líquido en piel y en cavidades corporales) y de no ser tratados, ocasionan la muerte en el 100% de los casos", explica el Centro Prenatal del CEMIC . Más aún, agregan, "los TSC pueden provocar potencialmente graves consecuencias maternas conocidas bajo el nombre de "síndrome del espejo materno" ( ver características )."La masa puede tener varios centímetros de diámetro o rivalizar en tamaño con el recién nacido. Se han definido cuatro tipos basándose en la extensión del tera­toma a nivel pélvico y abdominal y en la presencia o ausencia de la extensión externa"; explica un trabajo de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (México). El obstetra de los McCartney nunca había visto un tumor como ese en todos sus años de profesional. Después de investigar, descubrió que el Hospital Infantil de Texas (a sólo unas horas del hogar de la familia) era uno de los pocos que se especializaba en tales condiciones. De hecho, la enfermera Moise estima que "hubo 12 cirugías fetales con éstas características en el mundo; de las cuales 6 fueron exitosas (cuatro casos del Fetal Care Center de Cincinnati –EE.UU- )"."Esto es increíblemente raro", destacó el doctor Darrell Cass; co-director del Texas Children's Fetal Center quien lideró al equipo que operó a la bebé de los McCartney. "Muchas veces, estos tumores pueden crecer o permanecer pequeños y realmente no afectar al feto de forma significativa. En el caso de Macie Hope, el tumor creció increíblemente rápido, y básicamente estaba robándole la sangre que su cuerpo necesitaba para crecer. Podría haber muerto si no se hubiese hecho nada", afirmó el especialista. Por otro lado; la cirugía fetal abierta implicaba muchos riesgos: además de la posibilidad de infecciones, hemorragias, etc; también suele ocasionar partos prematuros poniendo en riesgo la vida fetal o la posible pérdida del útero. A esto hay que sumarle la enorme responsabilidad del equipo que al intentar salvar la vida del bebé en gestación; pone al mismo tiempo en riesgo a su madre que se encuentra sana."Nuestra mejor opción era afrontarlo y que realizaran la cirugía. Los doctores dijeron que aumentaría sus posibilidades de supervivencia a 50 y 50 ", dijo Keri. "Queríamos elegir un nombre que fuera apropiado, así que la llamamos Macie "Hope" (Esperanza), porque sentimos que era todo lo que teníamos", destacó el padre. En una semana el Texas Children's Hospital se percató que había una incipiente falla cardíaca; la función de su corazón había disminuido en un 30%. Se organizó rápidamente la intervención a las 24.5 semanas de gestación; que requirió anestesiar profundamente a Keri para mantener al útero muy relajado. Luego de encontrar el lugar preciso para no afectar la placenta, abrieron el útero y cuidadosamente sacaron el 80% del cuerpo de la bebé. Exponerla así al ambiente generaba el peligro de que tuviera un paro cardíaco; por lo que los cirujanos trabajaron rápidamente para extraer el tumor y devolver a "Hope" a la seguridad del útero; cerrándolo cuidadosamente para que quedara hermético y evitar que se filtre líquido amniótico. El procedimiento demandó alrededor de cuatro horas. "Teníamos la esperanza de que el embarazo iba a continuar", expresó el doctor Cass.Esa esperanza también fue respondida. La bebé de los McCartney permaneció en el útero diez semanas más lo que le permitió recuperarse. Macie Hope nació, otra vez, el 3 de mayo. "Hubo una complicación en la marca de 48 horas", dijo Chad McCartney. Y agregó: "Ella iba decayendo y empeorando. Fue un momento crítico". Al tercer día empezó a mejorar. A los 8 días de nacida le fue retirado el resto del tumor de la parte baja de su espalda. Hasta la primera quincena de junio; Keri y la bebé permanecieron en el hospital. Luego pudieron irse felices a su casa. "Macie Hope ahora está en su hogar. Una niña sana, prosperando. Es asombroso", relató la enfermera Karen Moise. La bebé todavía tiene una gran cicatriz que podrá corregirse más adelante. Algo así como la frutilla del postre para alguien que "nació dos veces".
Por Carol D´Amato F.

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